domingo, 1 de julio de 2012

Análisis de la serie "In treatment"

Capítulo 1 - tercera temporada


Cuando una persona atraviesa las puertas del consultorio de un psicoanalista, lo hace porque tiene la necesidad de compartir una experiencia que la atormenta y no le permite  continuar con sus actividades cotidianas. Existen en la  vida acontecimientos que impactan con mayor magnitud que otros y con los que no se pueden lidiar con facilidad. Cada persona asimila los sucesos desde su perspectiva y muchos de ellos recuren a una persona extra para poder aliviar su dolor y recibir un consejo. Sin embargo, las personas que van a un tratamiento, no siempre están ávidas de compartir sus vivencias, reconocer sus errores e intercambiar opiniones.
A pesar de que una persona busca soluciones a través de un psicoanalista, esto no significa que esta persona no tenga una familia y sus propios problemas. Cuando empieza la serie, se ve una escena en la que él recibe una llamada telefónica que lo deja muy tenso y perturbado al punto de que le tiemblen las manos, sin embargo, su labor debe continuar y mantenerse rígido a la llegada de nuevos pacientes que esperan resolver sus problemas a través de él.
Desde el momento en el que la pareja de esposos, compuesta por Julia y Aaron, ingresan al consultorio del doctor Weston no es difícil percibir que el problema que atraviesan no tiene nada que ver con ambos, sino, con un tercero: el padre de Aaron. Alguien que ha venido a interrumpir sus vidas perfectas y que lo hará por un periodo largo.
Con cuatro personas dentro de un consultorio, no sólo las palabras expresan lo que el alma quiere decir. Involuntariamente, las miradas, gestos y el tono de voz pueden delatar aquel ser interior que busca salir y expresar cómo se siente verdaderamente una persona.
El alejamiento del señor Sunil, el padre de Aaron, hacia ambos es lo que más destaca en su conducta ya que éste no habla más que en su idioma de tal manera que solo su hijo pueda entenderlo y deja de lado totalmente a su nuera. La razón de esta conducta, pese a que es un poco grosera, queda totalmente justificada al ver la postura de la señora Julia que, llena de ideas radicales, ataca constantemente las costumbres del señor Sunil y a su hijo que no hace nada por defenderlo. Esta persona estaba acostumbrada a valerse por sus propios peculios y caminar de la mano de su compañera de vida en el país que lo vivió nacer y le enseñó a seguir ciertas costumbres, se siente, ahora, totalmente impotente al ver que su vida pasa a ser controlada por su nuera norteamericana, en un país en donde la mayoría del tiempo de las personas se ve acaparado por el trabajo y emplean la televisión como medio de distracción.
El origen de una persona no es lo que define su futuro. No es malo aspirar a tener más y superarse, lo que es imperdonable es olvidar la tierra en la que uno nació y los padres que lo trajeron a este mundo. Aaron nació en Bengalí, no obstante, se educó en Estados Unidos y adquirió costumbres y pensamientos que lo hacen irreconocibles ante los ojos de su padre. Se casó con una mujer estadounidense y aceptó, sin objeciones, los cambios radicales que ella imponía en el curso de vida que incluso hicieron que cambie su propio nombre- de Arum a Aaron-, desertando al mismo tiempo del importante legado de sus padres, de su idioma y de su país.
Julia no es más que el prototipo de señora americana: alta, rubia y ojos claros; además de imponente, autosuficiente y frívola. Una persona que se cree con la razón y el poder de modificar las cosas de tal manera de que encajen en el mundo en el que ha estado acostumbrada a vivir; alguien al que le importa más el cómo se ve que el cómo se siente. En una parte de la serie, se aprecia que la mujer incluso se queja de los engreimientos que recibe el señor Sunil por parte de Aaron. Se nota claramente que ella tiene miedo de ser reemplazada por el señor y también teme que sus hijos adquieran ciertas tradiciones de él. Lo que ella cree conveniente es que su familia se mantenga encuadrada en raíces norteamericanas.
Cuando Julia y Aaron se sientan en el sofá del consultorio están tan juntos  que dejan de lado al señor Sunil; esto demuestra la sometida conducta de Aarom ante su esposa que incluso puede ponerlo en contra de su propio padre. Cuando el señor Sunil intenta sacar un cigarrillo para fumarlo, la señora Julia se impone severamente para evitarlo, sin embargo no toma en cuenta la ansiedad que éste está atravesando.
En el instante sale la pareja y en el consultorio quedan el doctor Weston y el señor Sunil, éste ve la necesidad por querer fumar de parte del señor y le presta un cenicero que es más un símbolo de confianza y entendimiento por parte del doctor. De esta manera el señor Sunil empieza a expresarse y explicar lo incómodo que se siente al vivir con una persona que lo trata como un ser diferente, que no le deja que le enseñe su idioma natal a sus nietos, que lo obliga a tomar pastillas y que  cree que hace mucho con darle alojamiento en su casa.
Cuando termina la consulta, otra vez en las soledad del consultorio, el doctor Weston vuelve a ser el mismo ser humano lleno de problemas pero con una nueva historia en la mente.

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